Esta isla portuguesa, dominada por el intenso azul del mar, es considerada como “la isla de las flores” por su espesa vegetación compuesta por flores tropicales. El bosque de Laurisilva  es considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Es un bosque húmedo de clima subtropical que ocupa 15.000 hectáreas de la isla y que actualmente se considera como el más grande de su género. Un destino paradisiaco para los amantes de la naturaleza.

Dotada de un clima templado durante todo el año, hace de ella un lugar espléndido para visitar y disfrutar sus increíbles parajes naturales.

Madeira es un archipiélago de islas volcánicas ubicado en el Océano Atlántico a unos 500 km de la costa africana. La isla es extremadamente montañosa, con picos de hasta 1860 metros. Por suerte, la actividad volcánica se detuvo hace 6500 años.

Exclusivas playas tropicales.

En Madeira encontramos diversidad de playas y para todos los gustos, desde playas de arena blanca como la de Porto Santo o de arena negra como la de Formosa. La playa de Jardim do Mar, ¡Un paraíso para los surfistas!,

También esta isla cuenta con piscinas de lava volcánica de Porto Moniz donde en estos espacios moldeados de manera natural que se llenan de las aguas del mar atlántico y actúan como piscinas naturales. 

Funchal, una capital con vida propia.

La ciudad principal de Madeira es Funchal es conocida por su artesanía y por unos de sus productos más famosos, el curioso vino de Madeira, apreciado por su método de fermentación que fue descubierto al azar.

El centro antiguo es considerado como un barrio con mucho carácter, de estrechas calles adoquinadas y casas viejas. Podemos observar el street art de un grupo de artistas locales que ha logrado devolverle la vida, bautizada como Arte de Puertas Abiertas.

Hoy en día es un rincón pintoresco el cual nos dejara fascinado con sus casas con puertas coloridas, no puede faltar la gastronomía local relacionada con el mar, alguna de las degustaciones típicas son la espetada en pau de Lauro una brocheta de carne típica o el polvo un plato tradicional de pulpo. Recorriendo sus calles encontraremos una variedad de pequeños restaurantes y tiendas que, al caer la noche, rebosa de ambiente gracias a los numerosos bares.

También no pueden faltar las visitas el Museo de Arte Sacro, las bodegas Blandy, el Mercado dos Lavradores, la ciudad cuenta con uno de los jardines más bellos del mundo, un teleférico y gente muy acogedora.

Porto Santo ¡la isla que no puede faltar en tu viaje!

Es una pequeña isla del archipiélago portugués de Madeira que se puede llegar a través de un ferry en tan solo dos horas.

La isla de Porto Santo se encuentra bañada en aguas turquesas, compuesta por playas de fina arena dorada. Esta pequeña isla de 9 kilómetros de largo, te invita a disfrutar de su cálido clima y de sus tranquilos paisajes.

Además de la playa, la ciudad de Vila Baleira nos cuenta la historia de como como en el pasado Cristóbal Colón residió en la isla en tiempos el descubridor de América. Todo esto podremos encontrarlo en la Casa Museo Cristóbal Colón.

Esta pequeña isla es todo un acierto en la visita del archipiélago de Madeira donde los placeres de la naturaleza y sus hermosas playas de arena fina junto a su mar de aguas cálidas, hacen de la isla un destino paradisiaco.

¿Dónde puedo alojarme en Madeira?

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