Naturaleza en la Península Ibérica


¡Saca tu lado salvaje! Adéntrate en el corazón de la Península Ibérica y descubre la belleza natural que esconde en su interior. Con más diversidad que una macedonia de frutas, no hay ecosistema que se escape, ¡hay de todo! Volcanes, desiertos, altas montañas en los Pirineos, escarpadas costas en el Atlántico, picos nevados, playas paradisiacas en el Mediterráneo, y mucho más. Aquí te traemos algunos destinos imprescindibles para los amantes de la naturaleza que quieran conocer la faceta más salvaje de la península.

Las Médulas, España

En el corazón de la provincia de León, en la región de Castilla y León, se encuentra un paisaje que parece sacado de alguna leyenda antigua pero con una historia que supera la ficción: Las Médulas. Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio vivo de la ingeniería romana y la magia de la naturaleza.

Si las piedras hablaran… pues nos contarían que hace más de dos mil años, los romanos descubrieron que estas colinas escondían un gran tesoro: oro. Para extraerlo, realizaron una hazaña de la ingeniería antigua, ¡llegaron a desviar ríos enteros para erosionar las montañas! Y alcanzar así el mineral. Como resultado nació este paisaje surrealista de crestas y valles rojos que parece de otro planeta.

Hoy en día, Las Médulas son conocidas por su historia, y por su sorprendente belleza natural. Y para sus visitantes, hay una gran variedad de actividades para disfrutar. Los senderos bien señalizados permiten explorar la zona a pie o en bicicleta, mientras que los miradores ofrecen vistas impresionantes desde lo alto de las colinas. Además, se pueden realizar visitas guiadas para aprender más sobre la historia y la arqueología de la zona.

Parque Nacional de los Picos de Europa, España

Ubicado en las regiones de Asturias, Cantabria y Castilla y León, este parque nacional es un paraíso montañoso con paisajes de picos escarpados que desafían a la gravedad, profundos desfiladeros no aptos para aquellos que sufran de vértigo y exuberantes valles que dejan a cualquiera sin respiración.

Una de las mejores formas de explorar el parque es a través de sus numerosas rutas de senderismo. Desde paseos suaves y tranquilos hasta ascensos desafiantes para los más aventureros, hay opciones para todos los niveles y preferencias. Además, el parque es el hogar de una variada fauna y flora, incluyendo especies como el rebeco, el oso pardo y el quebrantahuesos.

También puede practicarse la escalada, observar aves o hacer rafting en los ríos cristalinos que corretean por todo el parque. Y por supuesto, no hay que dejar pasar la oportunidad de visitar los pueblos cercanos, que salpican todas estas montañas, probar su deliciosa gastronomía local y sumergirse en su cultura tradicional.

Parque Nacional de Doñana, España

Situado en la desembocadura del río Guadalquivir en Andalucía, entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, este parque nacional es un ecosistema único y uno de los humedales más importantes de Europa.

Sus extensas marismas, dunas costeras, bosques y lagunas lo convierten en el hogar y refugio de numerosas especies como el lince ibérico, el ciervo rojo y el jabalí.

Pero sobre todo, este es un santuario para aves migratoria y amantes de la observación de aves, y la vida silvestre en general. ¡Explorar Doñana es una experiencia que se te grabará en la memoria! Puedes disfrutar de safaris guiados en jeep o en barco por las marismas, donde tendrás la oportunidad de avistar flamencos, águilas pescadoras, garzas y muchas otras especies.

También puedes hacer senderismo por los bosques de pinos y alcornoques, o relajarte en las playas vírgenes que bordean el parque. Y si te apetece un poco de turisteo clásico; los restos arqueológicos de la ciudad romana de Itálica y el Palacio de las Marismillas son algunas de las joyas que puedes visitar cerca del parque.

Parque Nacional de Peneda-Gerês, Portugal

Este parque nacional, situado en el norte de Portugal, es el único del país y tiene paisajes ¡que te quitarán el hipo! Con montañas escarpadas, ríos cristalinos, cascadas espectaculares y antiguos pueblos de piedra, ¡este lugar te atrapará! Querrás construirte una casita en mitad de uno de sus verdes valles y no marcharte jamás.

Por sus bosques corren los lobos ibéricos, ciervos, corzos y cabras montesas; mientras que las águilas reales reinan en el cielo, la biodiversidad del parque es impresionante.

Los senderistas empedernidos encontrarán una red de caminos bien marcados que los llevarán a través de paisajes impresionantes y rincones de cuento de hadas. Además, el parque cuenta con áreas de picnic, miradores panorámicos y zonas para bañarse en sus ríos y cascadas. Los antiguos pueblos perdidos por estas montañas, las ruinas romanas y los molinos de agua tradicionales también son dignos de visitar. ¡No te los pierdas!

Parque Nacional de la Costa Vicentina, Portugal

Escondido en la costa sudoeste de Portugal, se encuentra este parque nacional que protege nada más y nada menos que una de las últimas áreas costeras vírgenes de Europa.

Este parque, que se extiende a lo largo de la costa de los distritos de Setúbal y Beja, es conocido por sus impresionantes acantilados, playas de arena dorada y aguas cristalinas bañadas por del océano Atlántico. Su flora y fauna son dos de los aspectos que lo hacen tan especial. Es el lugar perfecto para observar muchas especies de aves, como las raras águilas pescadoras o las cigüeñas blancas. Otra curiosidad son las nutrias, ¿sabías que este es el único sitio en Portugal y uno de los últimos en Europa, donde es posible dar con estos animales?

Otro de los atractivos del parque son sus olas, si eres un aficionado al surf y a las emociones fuertes, ¡este es tu sitio! Las playas de la Costa Vicentina están entre las mejores del país, la variedad es enorme, hay desde extensos arenales o hasta pequeñas playas y calas encajadas entre acantilados y rocas. Entre otras, podemos mencionar Porto Covo, Malhão, Vila Nova de Milfontes, Almograve, Monte Clérigo, Arrifana y la Playa del Amado. Eso si, hay que ir con energía y ganas de caminar, ya que los accesos no siempre son fáciles, y la mayoría se mantienen en un estado casi salvaje.

Estos son solo algunos de los muchos destinos naturales que la Península Ibérica tiene para ofrecer. Ya sea explorando sus montañas, marismas, bosques o costas, cada rincón es único y especial, y con una aventura diferente por vivir. Encuentra los mejores alojamientos de la mano de Tour10, ¡y no te pierdas la oportunidad de descubrir uno de estos increíbles destinos! ¡O todos!

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